Un gato en cualquier medio se mueve mucho por naturaleza.
Y este es el origen del blog, mi movimiento, y la descripción de muchas de las cosas que van pasando por él.
¿En el desierto? Me ha pillado rodeada de este medio, pero no es el único.
Residiendo en Emiratos Arabes Unidos, hace ya casi siete años, mis dos principales medios de acción, Dubai y Abu Dabi, son medios más que urbanitas como para pensar que vivo en el desierto. Pero sí, en cuanto te mueves en un radio mínimo de distancia el paisaje natural es desierto, es también mar, es, también, montaña, a su manera.
Si por desierto literalmente entendiésemos “despoblado, solo o inhabitado”, no estaríamos hablando de mi desierto desde donde puedo acceder a casi todo el mundo con vuelos directos y al resto con “transfers”. Así, un gato que no para de moverse, en un desierto, urbanita, y con acceso a casi todo el mundo, un gato así, es un gato que tienes muchas cosas que contar.
Para ello, dos caminos, el uso de la imaginación o el relato de lo vivido. Se me abre el tercero, la mezcla de ambos.
Usaré los tres. Cada uno que elija el suyo.
Siguiendo a John le Carré en su The pigeon tunnel, Stories from my life… These are true stories told from memory … ¿qué es la verdad? Para un abogado sería un hecho sin ningún tipo de adorno, para un escritor (en mi caso un gatito que cuenta historias) los hechos son su “materia prima” y su verdad no radica en el hecho en sí mismo, sino, en sus matices.
Empiezo,
@acatinthedesert
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